Un precio altísimo

¿Para qué difundimos el Software Libre? ¿Porque es técnicamente superior al propietario? Esa no es la respuesta que a mi me gusta. Difundo el Software Libre en los ámbitos en que puedo porque es sinónimo de compartir, porque es una forma de hacer éste un mundo un poco mejor, en el ámbito de la informática claro. Y creo que ese fin, el de mejorar este mundo, es el que nos debería mover a todos los que difundimos el Software Libre, y no el hecho de que sea técnicamente superior, lo cual es solo una consecuencia, creo, de que el código fuente esté disponible para todos. No me gusta ese fundamento porque si nos concentramos en que el objetivo es crear software técnicamente superior, entonces si el código cerrado fuera una forma más efectiva de alcanzarlo nos inclinaríamos por éste, perdiendo los beneficios de poner nuestro conocimiento en común. Imagínense un mundo donde compartiéramos todo nuestro conocimiento…

Si realmente ésta es nuestra meta, la de hacer un mundo mejor, entonces no solo deberíamos quedarnos con la difusión del Software Libre, ya que esta difusión no hace que se detenga la muerte de miles de chicos que tienen hambre. No hace que alguien no se drogue, no se alcoholice, no robe, no mate. No forma mejores padres. No nos provee de gobernantes con valores morales, ni nos garantiza gozar de la felicidad de una familia bien conformada, a través de un matrimonio verdadero, al cual hemos llegado con responsabilidad. Y de ésto se trata el post: del matrimonio, donde voy a mostrarles los resultados de un reciente estudio sobre el mismo en Estados Unidos, realizado por The National Marriage Project.

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“No hay que matar un niño para solucionar un problema social”

Muy buen artículo en LANACION.com. Como se lo imaginarán, habla del aborto. El entrevistado es Monseñor Jean Laffitte, vicepresidente de la Pontificia Academia para la Vida. Es una de las principales voces de la Iglesia en temas de bioética.

Algunas frases interesantes del sacerdote:

  • “Cuando una menor de 14 años queda embarazada y su entorno la empuja al aborto, no es un problema de la madre ni del niño, sino de toda la sociedad.”
  • Sobre el aborto accidental del feto sano en lugar del que tenía síndrome de Down en Italia: “El error fundamental fue querer matar a la enferma y considerar a una persona enferma un ser inferior a otro. Eso no vale en ninguna civilización”
  • “Por un lado, la sociedad protege a los discapacitados, con prioridades en los transportes públicos, la construcción de rampas y otras medidas muy positivas. Pero cuando hay sospechas de que una persona puede nacer con algún tipo de discapacidad, se le quiere impedir que nazca y viva en nuestra comunidad”.
  • “No existe un mundo científico y otro religioso. El mundo es el mismo”
  • “Una vida no vale más que la otra”
  • “No hay que matar al niño para solucionar un problema social. El Estado debe ayudar a la joven a que tenga condiciones dignas de vida, acceso a la salud y a la educación, y ayudarla a tener el hijo. No es una cuestión de fe: es una obligación natural”
  • “La fe tiene su propia racionalidad, no es irracional. Si no, sería superstición. Uno puede creer en Jesús resucitado y descubrir el síndrome de Down, como el científico Jérome Lejeune”

Jérome Lejune se encuentra actualmente en proceso de beatificación.

¿Qué opinan ustedes sobre el aborto/eutanasia?

Día del amigo

Un amigo fiel es un refugio seguro; el que lo halla ha encontrado un tesoro. ¿Qué no daría uno por un amigo fiel? ¡No tiene precio! Un amigo fiel es como un remedio que te salva; los que temen al Señor lo hallarán. El que teme al Señor encontrará al amigo verdadero, pues así como es él, así será su amigo. Sir 6, 14-17.

Y ¿quién es mi prójimo?

Se levantó un legista, y dijo para ponerle a prueba: «Maestro, ¿que he de hacer para tener en herencia vida eterna?» Él le dijo: «¿Qué está escrito en la Ley? ¿Cómo lees?» Respondió: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo». Díjole entonces: «Bien has respondido. Haz eso y vivirás». Pero él, queriendo justificarse, dijo a Jesús: «Y ¿quién es mi prójimo?» Jesús respondió: «Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de salteadores, que, después de despojarle y golpearle, se fueron dejándole medio muerto. Casualmente, bajaba por aquel camino un sacerdote y, al verle, dio un rodeo. De igual modo, un levita que pasaba por aquel sitio le vio y dio un rodeo. Pero un samaritano que iba de camino llegó junto a él, y al verle tuvo compasión; y, acercándose, vendó sus heridas, echando en ellas aceite y vino; y montándole sobre su propia cabalgadura, le llevó a una posada y cuidó de él. Al día siguiente, sacando dos denarios, se los dio al posadero y dijo: “Cuida de él y, si gastas algo más, te lo pagaré cuando vuelva.” ¿Quién de estos tres te parece que fue prójimo del que cayó en manos de los salteadores?» Él dijo: «El que practicó la misericordia con él». Jesús le dijo: «Vete y haz tú lo mismo».

Lucas 10, 25-37

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Cambiar

Hay un lamento que se escucha por todas partes: ¡los tiempos que vivimos son duros, pesados y miserables! Vivamos rectamente y cambiaran nuestros tiempos. Los tiempos no hieren a nadie. Los heridos son hombres; los causantes de las heridas, hombres también. Cambiemos nosotros, los hombres, y cambiaran nuestros tiempos.

Las palabras son de San Agustín (Sermón 311,8,8)

Ser feliz

Todos queremos ser felices, ¿o no? Pero ¿como llegar a la felicidad? Esta es una cuestión que se vienen preguntando los filósofos más antiguos, y las religiones más viejas.

Hoy estaba leyendo el evangelio diario, y me encontré con las bienaventuranzas:

Felices los que tienen el espíritu del pobre, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
Felices los que lloran, porque recibirán consuelo.
Felices los pacientes, porque recibirán la tierra en herencia.
Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.
Felices los compasivos, porque obtendrán misericordia.
Felices los de corazón limpio, porque verán a Dios.
Felices los que trabajan por la paz, porque serán reconocidos como hijos de Dios.
Felices los que son perseguidos por causa del bien, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
Felices ustedes, cuando por causa mía los insulten, los persigan y les levanten toda clase de calumnias.

Alégrense y muéstrense contentos, porque será grande la recompensa que recibirán en el cielo. (Mateo 5, 1-12)

Parece que las escribió un loco. En la sociedad actual, el camino propuesto para llegar a la felicidad es ancho, está muy bien adornado y todo es muy fácil. Pero Jesús nos dice todo lo contrario: felices los mansos, los de espíritu de pobre, felices lo que lloran, los que son perseguidos por el bien… Que criterios distintos. Quizá por eso tanta gente no cree… porque está tan bombardeada por la publicidad y los medios sobre un camino falso a la felicidad que hacen ver al mensaje de Jesús como un disparate, una chifladura.

Entrevista a John Finnis

Australiano de 67 años, seis hijos y ocho nietos. Profesor de Filosofía Moral, Política y Jurídica en la Universidad de Oxford. Agnóstico converso al catolicismo en su juventud. Pueden leer una entrevista a esta persona en la LANACION.com.

En la misma toca, principalmente, el tema del aborto. Pero también el entrevistador hace algunas preguntas muy interesantes relacionadas con la fe. Algunas de ellas son:

  • La pérdida de valores religiosos ¿es una condición necesaria del progreso?
  • Usted, que es un católico practicante y fue asesor de Academias Pontificias, ¿no cree que la Iglesia debería actualizar sus enseñanzas en temas de moral s e x u a l? ¿No lo piden los mismos católicos?
  • Su postura en estos temas ¿no le hace perder fieles a la Iglesia? ¿Por qué cree que se la persigue?
  • Ser católico hoy es aceptar ser minoría en un mundo cada vez más laicista. ¿Lo vive como un desafío?
  • ¿Cómo vive usted ser católico en una universidad laica como Oxford? ¿Alguna vez corrió el riesgo de perder su fe por llegar a conclusiones científicas contrarias a sus convicciones religiosas?

Me gustaron mucho las respuestas de Finnis. Lectura muy recomendada.

Es más fácil

Hicimos un viaje en familia a Estados Unidos y cuando veníamos de regreso, al pasar la seguridad del aeropuerto con las tres niñas (10, 7 y 5 años) la escena fue digna de una película de comedia; como siempre sucede, había mucha gente haciendo cola y con prisa, lo cual nos altero a todos y aunque tratábamos de hacer las cosas de la manera mas rápida posible el resultado no era del todo bueno; las niñas sentadas en el suelo pedían nerviosas que las ayudáramos para desamarrarse los tenis, nosotros desesperados les pedíamos que se apuraran, ya habíamos tomado 8 charolas y entre zapatos, chamarras, monedas, cámaras, llaves, celular, cinturones, bolsas, maletas de mano, peluches, etc. etc. etc. no eran suficientes y tampoco avanzábamos; la gente murmuraba y nos miraba con asombro hasta que dos señoras que venían atrás de nosotros finalmente se animaron y nos dijeron en tono entre burlón y sarcástico “es mas fácil viajar sin niños”

Por supuesto que es más fácil viajar sin niños, más fácil aun sería no salir de viaje. Es de llamar la atención como las personas del mundo de hoy nos regimos por la cultura del “Es Más Fácil”, del mínimo esfuerzo, de la comodidad, de los resultados rápidos sin trabajo.

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