¿Quién dijo esto?
Me siento de nuevo hombre porque experimento una gran pasión. La multiplicidad de cosas en que nos envuelve el estudio y la cultura moderna, y el escepticismo con que necesariamente estamos llevados a criticar todas las impresiones subjetivas y objetivas, están hechos aposta para hacernos a todos pequeños y débiles y quejumbrosos e irresueltos. Pero el amor, no por el hombre de Feuerbach, no por el metabolismo de Moleschott, ni por el proletariado, sino el amor por la amada, por ti, hace del hombre nuevamente un hombre.
Es de una carta de Karl Marx a su mujer, el 21 de junio de 1856. Me gustó mucho. Y el comentario de Giussani sobre el texto citado: «El hombre concebido abstractamente se revela, pues, como una gran ilusión, porque con quien hay que vivir es con uno mismo y con las propias exigencias».