Que lindo. Ya se viene la navidad. Un año más ha pasado. Es momento de sacar conclusiones, y plantearse nuevos objetivos para el próximo año. Como “ponerme más las pilas con la facu”, “tratar de hacer todo lo que hago con más ganas, con más interés”, y para los que creemos en Dios, “intentar hallarlo, hallar su mensaje, en nuestro trabajo de todos los días”, por ejemplo.
Pero hablemos del título del post, la navidad. Para algunos es un asado con los seres queridos. Es un momento de festejo, no se bien de qué, pero la pasamos muy bien con familias cercanas, con amigos y pareja.
Los que tienen un poco más de idea saben que se festeja el día del nacimiento de Jesús. El Evangelio no dice nada sobre esta fecha, asi que ¿de dónde se sacó esto?. Hay muchas teorías al respecto, pero la más difundida es sin duda la que afirma que éste día pertenecía en realidad a un festejo pagano. Recuerdo a un profesor contando esto (pero no como una teoría, sino como algo libre de error, o por lo menos a mi me pareció eso) a sus alumnos. Estaba en contra de la Iglesia, por lo que esta historia parecía darle más seguridad a dicha creencia de que todo es una farsa.
En fin, en dicha fiesta pagana, “el día del nacimiento del Sol invicto”, se festejaba la victoria de la luz sobre la noche más larga del año. Entonces se piensa que los Padres de la época establecieron un paralelismo con el nacimiento de Jesúcristo y expresiones bíblicas como “sol de justicia” o “luz del mundo”. De todas formas, no hay pruebas de que todo esto haya sido así.
¿De dónde salió ese gordo barbudo que nos trae regalos y se viste de rojo y blanco? Del mundo de la publicidad. No creo que haya sido muy “conveniente” haber colocado, en su lugar, a San Nicolás de Bari, santo al cual este gordito trata de imitar. San Nicolás de Bari nació en el año 310 después de Cristo, en un tiempo de persecución, donde la enseñanza de la doctrina de Jesús suponía estar en contra del Imperio Romano. Si leemos su biografía, podemos ver que hay algunos cuentos sobre este santo que coinciden mucho con Santa Claus: como lo de la chimenea y las medias, el color rojo de su vestimenta (ya que fue obispo de Myra, Turquía), el “Jo, Jo, Jo” que supone alegría con los niños y la barba blanca y larga.
La imagen que conocemos actualmente del clásico Santa Claus, fue modificada por el inmigrante Alemán recién llegado a Nueva York, el protestante Thomas Nast, quien lo ilustra para el semanario “Harper” en 1864 mostrándolo con el traje rojo, las botas, un gran saco de juguetes y entrando en una chimenea.
Por ser uno de los primeros santos de nuestra Iglesia su nombre se ha modificado con los siglos del vocablo Sajón Saint Nickleaus, a santa Claus.
Más acerca de San Nicolás de Bari.
Esta es una época del año donde todos nos dan sus deseos de paz y felicidad. Los que somos creyentes, esperamos con ansias el nacimiento del único Salvador, Jesucristo. Deseamos que nazca en nuestros corazones, y nos llene de su espíritu. Para los que no creen, podría ser provechozo en esta época no solo festejar “algo”, sino también profundizar en el conocimiento de uno mismo, con total objetividad, para así cambiar lo que se puede cambiar, e intentar ser cada vez mejores personas.
Voy terminando el post: ¡Les deseo a todos una muy feliz navidad! Que realmente dejemos al Señor nacer en nuestros corazones, y que nos ayude a sacar toda la basura, y llenarlo de su paz.