Mi tiempo es mío

Hace algunos meses tuve la oportunidad de volver a leer el libro de Momo, en el que el autor, Michael Ende, nos presenta la historia de esta niña que posee una extraordinaria capacidad: saber escuchar.

Mientras lo leía, me admiraba el gran parecido que tiene la historia con nuestro mundo actual. Los hombres grises llegan a la ciudad y la van invadiendo de un modo silencioso y penetrante. Con engaños y artimañas van robando a los hombres su tiempo. Haciéndoles creer que pueden ahorrar horas y minutos, y depositarlos en un banco, la gente empieza a trabajar cada vez más y más, y abandona las cosas buenas y sencillas de la vida, visitar a los seres queridos, conversar con los amigos, leer un buen libro… Así, los habitantes de la ciudad se vuelven personas cada vez más solas, más egoístas, soñando con una inversión de tiempo de la que podrán disfrutar al final de sus días.


Así empieza el tema controvertido de hoy en es.catholic.net. Me siento muy identificado a veces con las personas engañadas por los “hombres grises”. Sin duda hay que aprender a diferenciar, de todo lo que hacemos, las cosas que son realmente importantes en nuestra vida, y dejar de decir un poco “No tengo tiempo”, para así adueñarse del tiempo que es nuestro.

Les dejo el link al artículo completo.

Algunas palabras para recordar:

  • Muchas veces nos quejamos de que no tenemos tiempo, y si lo tuviéramos, cuántas cosas grandes haríamos… pero son sólo sueños.
  • ¿merece realmente la pena el sacrificio de perderte los mejores años de la vida de tus hijos, cuando son pequeños y necesitan tu cercanía para crecer, para tener un modelo con el cual identificarse, para consolidar su confianza en sí mismos?
  • Saber escuchar es todo un arte… Escuchar es ante todo una actitud. Es el deseo de comprender al otro, de sintonizar con él, de disponer toda nuestra persona en su favor.
  • La vejez es muy amarga cuando no se tienen recuerdos, pero los recuerdos sólo pueden acumularse a través de las experiencias.
  • Si tu tiempo es realmente tuyo y no de tu trabajo, de la moda, de las expectativas de los demás, entonces lo tendrás en abundancia para realizar aquellas cosas que son realmente importantes.

Y la frase final para cerrar con el post:
Haz ahora una parada en tu vida y pregúntate, mi tiempo, ¿es mío? Decídete a aprender a escuchar y habrás hecho la inversión de tu vida.